"Descubre el Camino Portugués en Galicia"
Actividades
Camino de Santiago
Paquete para hacer el Camino de Santiago Portugués entre Valença do Minho y Santiago en 5 etapas, incluye 6 noches en CASA RURAL OS CARBALLOS, desayuno, traslado al inicio de cada etapa y recogida al final de la misma y cena.
Para grupos de 8 personas. Precio por persona 505.00 €.
Valido para todo el año excepto Semana Santa, Julio y Agosto.
Alojamiento 6 noches 8 personas 1496.50 €.
Traslado a cada etapa 480.00 €.
6 desayunos para 8 personas 384.00 €, y 6 cenas para 8 personas 1680.00 €
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Valido para todo el año excepto Semana Santa, Julio y Agosto.
Alojamiento 6 noches 8 personas 1496.50 €.
Traslado a cada etapa 480.00 €.
6 desayunos para 8 personas 384.00 €, y 6 cenas para 8 personas 1680.00 €
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La encantadora villa de Tui nos acoge en el inicio de nuestro periplo
Os sugerimos llegar a primera hora de la tarde a Tui, accesible por la AP-9, la A-55, la N-550 y la PO-552. Es una hermosa villa enriquecida por el paisaje fluvial del río Miño y su carácter fronterizo con Portugal.
Fue una de las capitales de Galicia hasta 1833 y posee la única catedral de toda la provincia de Pontevedra. Motivos más que suficientes para dejarse perder entre sus calles, una vez instalados en el alojamiento escogido de entre una variada oferta, en la que destaca el Parador, situado a un kilómetro del centro, frente al Puente Internacional diseñado por Eiffel, que comunica con Portugal.
Comenzamos la visita ascendiendo al promontorio que es la villa de Tui. Sentiremos que el tiempo se detuvo en el medievo al subir por las Rúas Canicoba, Entrefornos, do Corpo Santo o al pasar por el túnel de Encerradas. Éste es un pasadizo abovedado bajo el convento de las Clarisas que comunica la parte alta con la zona entre murallas. Las manos de las monjas que lo habitan amasan los “pececitos”, unos deliciosos dulces de almendra. Su receta es un secreto entre muros pero que no impide saborearlos, pues se pueden adquirir en el convento o en las confiterías.
Ya en la cima visitamos la Catedral de Tui, bello edificio mezcla de templo y fortaleza. Su puerta occidental merece la fama de encontrarse entre las más hermosas del gótico español y nos ofrece imágenes inusuales como la de la Virgen María tendida en una cama, que representa la Natividad. Desde este punto se domina la cuenca del río Miño en toda su frondosidad, con sus bosques de ribera y fértiles valles, salpicados de huertas y grandes viñedos.
Angula o lamprea, regadas con vinos de O Rosal
A la hora de cenar, no olvidéis que Tui se conoce como la “capital do meixón” (angula), con fiesta gastronómica el domingo de Pascua. Este manjar se sirve en cazuelitas de barro con el típico mollo (salsa) picante. Del estuario del Miño también sale su afamada lamprea o el sábalo. Los vinos de O Rosal, dentro de la Denominación de Origen Rías Baixas, son el compañero ideal de estos platos.
Etapa nº 1 Tui – Redondela 31,5 Km Fue una de las capitales de Galicia hasta 1833 y posee la única catedral de toda la provincia de Pontevedra. Motivos más que suficientes para dejarse perder entre sus calles, una vez instalados en el alojamiento escogido de entre una variada oferta, en la que destaca el Parador, situado a un kilómetro del centro, frente al Puente Internacional diseñado por Eiffel, que comunica con Portugal.
Comenzamos la visita ascendiendo al promontorio que es la villa de Tui. Sentiremos que el tiempo se detuvo en el medievo al subir por las Rúas Canicoba, Entrefornos, do Corpo Santo o al pasar por el túnel de Encerradas. Éste es un pasadizo abovedado bajo el convento de las Clarisas que comunica la parte alta con la zona entre murallas. Las manos de las monjas que lo habitan amasan los “pececitos”, unos deliciosos dulces de almendra. Su receta es un secreto entre muros pero que no impide saborearlos, pues se pueden adquirir en el convento o en las confiterías.
Ya en la cima visitamos la Catedral de Tui, bello edificio mezcla de templo y fortaleza. Su puerta occidental merece la fama de encontrarse entre las más hermosas del gótico español y nos ofrece imágenes inusuales como la de la Virgen María tendida en una cama, que representa la Natividad. Desde este punto se domina la cuenca del río Miño en toda su frondosidad, con sus bosques de ribera y fértiles valles, salpicados de huertas y grandes viñedos.
Angula o lamprea, regadas con vinos de O Rosal
A la hora de cenar, no olvidéis que Tui se conoce como la “capital do meixón” (angula), con fiesta gastronómica el domingo de Pascua. Este manjar se sirve en cazuelitas de barro con el típico mollo (salsa) picante. Del estuario del Miño también sale su afamada lamprea o el sábalo. Los vinos de O Rosal, dentro de la Denominación de Origen Rías Baixas, son el compañero ideal de estos platos.
Después de desayunar iniciamos a pie la primera etapa gallega del Camino Portugués, entre Tui y Redondela, caracterizada por un trazado suave que sigue el cauce del río Louro, alternando caminos con pistas asfaltadas.
Partimos a la salida de Tui, junto al imponente cruceiro dieciochesco de Rebordáns y su iglesia románica, cuyos capiteles narran escenas de la cena de Herodes.
La ruta avanza hacia la capilla Virxe do Camiño, después de atravesar Ponte da Veiga sobre el río Louro. Más adelante, por una pista forestal, alcanzamos Ponte das Febres sobre el río San Simón. Recibe este nombre porque dicen que aquí enfermó de muerte San Telmo. Podéis leer en una placa la referencia al suceso.
Abrigados por la vegetación de ribera del río Louro llegamos a la aldea de A Magdalena. Saliendo de la población encontramos un calvario formado por cinco cruceiros y luego un precioso puente de losas sobre el Louro. Continuamos hasta Ribadelouro dejando al poniente las Gándaras de Budiño, un humedal de gran valor ecológico y arqueológico.
Paramos a comer en O Porriño
Y por fin llegamos a la localidad de O Porriño, donde nos encontramos con la capilla de San Benito, la iglesia de Santa María y el ayuntamiento, una caprichosa y monumental obra del arquitecto Antonio Palacios, natural de la localidad, que os asombrará.
Pararemos a comer en la villa, famosa por su pan de gruesa corteza y abundante miga, muy buen compañero para un plato de callos, cuya fiesta gastronómica se celebra aquí a finales de verano.
Pasamos por Mos y cenamos guiso de chocos en Redondela
Tras reposar la comida emprendemos la ruta hasta el núcleo principal de Mos, que atravesamos pasando por la iglesia de Santa Eulalia, el Pazo de los Marqueses de Mos y el cruceiro policromado de Os Cabaleiros adornado con dos farolillos.
Luego el Camino asciende hasta el Alto de Inxertado, pasa por el miliario romano de Vilar de Infesta y atraviesa la meseta de Chan das Pipas.
A partir de aquí el trazado coincide con la N-550 hasta internarnos en Redondela, donde nos encontramos con el convento de Vilavella y luego pasamos bajo el vistoso viaducto Pedro Floriani.
Partimos a la salida de Tui, junto al imponente cruceiro dieciochesco de Rebordáns y su iglesia románica, cuyos capiteles narran escenas de la cena de Herodes.
La ruta avanza hacia la capilla Virxe do Camiño, después de atravesar Ponte da Veiga sobre el río Louro. Más adelante, por una pista forestal, alcanzamos Ponte das Febres sobre el río San Simón. Recibe este nombre porque dicen que aquí enfermó de muerte San Telmo. Podéis leer en una placa la referencia al suceso.
Abrigados por la vegetación de ribera del río Louro llegamos a la aldea de A Magdalena. Saliendo de la población encontramos un calvario formado por cinco cruceiros y luego un precioso puente de losas sobre el Louro. Continuamos hasta Ribadelouro dejando al poniente las Gándaras de Budiño, un humedal de gran valor ecológico y arqueológico.
Paramos a comer en O Porriño
Y por fin llegamos a la localidad de O Porriño, donde nos encontramos con la capilla de San Benito, la iglesia de Santa María y el ayuntamiento, una caprichosa y monumental obra del arquitecto Antonio Palacios, natural de la localidad, que os asombrará.
Pararemos a comer en la villa, famosa por su pan de gruesa corteza y abundante miga, muy buen compañero para un plato de callos, cuya fiesta gastronómica se celebra aquí a finales de verano.
Pasamos por Mos y cenamos guiso de chocos en Redondela
Tras reposar la comida emprendemos la ruta hasta el núcleo principal de Mos, que atravesamos pasando por la iglesia de Santa Eulalia, el Pazo de los Marqueses de Mos y el cruceiro policromado de Os Cabaleiros adornado con dos farolillos.
Luego el Camino asciende hasta el Alto de Inxertado, pasa por el miliario romano de Vilar de Infesta y atraviesa la meseta de Chan das Pipas.
A partir de aquí el trazado coincide con la N-550 hasta internarnos en Redondela, donde nos encontramos con el convento de Vilavella y luego pasamos bajo el vistoso viaducto Pedro Floriani.
Etapa nº 2 Redondela – Pontevedra 15,5 Km .
Después de madrugar y tomar un desayuno energético estamos listos para comenzar una nueva etapa del Camino, la que une Redondela con Pontevedra.
Salimos de la población bajo el llamado viaducto de Pontevedra, que sigue uno de los modelos popularizados por Eiffel. No en vano Redondela se conoce como la “villa de los viaductos”, que le conceden encanto y que ha seducido a ilustres personajes; entre ellos Lorca, que en una ocasión dijo: “he viajado por un pueblecito caído del cielo”. Después contemplamos la fachada barroca de la capilla de Santa Mariña y, dejando atrás la villa, el Camino se introduce en un bosque y desciende hasta Setefontes.
Degustamos las ostras de Arcade
Entramos en el ayuntamiento de Soutomaior por Arcade, localidad famosa por la calidad de sus ostras, donde podemos hacer un alto y degustarlas con unas gotas de limón. Tras el reposo reemprendemos el Camino, que más adelante pasa por el histórico Ponte Sampaio sobre el río Verdugo, donde se libró una batalla que supuso la retirada de los franceses durante la Guerra de la Independencia. A la altura de A Canicouva atravesaremos un evocador camino empedrado en dirección a Pontevedra y su santuario de la Virgen Peregrina, donde concluimos la etapa.
El casco histórico de Pontevedra es uno de los mejor conservados de Galicia.
Comprobaréis que Pontevedra tiene mucho que ofrecer y os animamos a callejear por su casco histórico, que presume de ser de los más hermosos y mejor conservados de Galicia. En sus mesones, tabernas y restaurantes encontraréis buenos productos de la ría y vinos de la Denominación de Origen Rías Baixas.
Salimos de la población bajo el llamado viaducto de Pontevedra, que sigue uno de los modelos popularizados por Eiffel. No en vano Redondela se conoce como la “villa de los viaductos”, que le conceden encanto y que ha seducido a ilustres personajes; entre ellos Lorca, que en una ocasión dijo: “he viajado por un pueblecito caído del cielo”. Después contemplamos la fachada barroca de la capilla de Santa Mariña y, dejando atrás la villa, el Camino se introduce en un bosque y desciende hasta Setefontes.
Degustamos las ostras de Arcade
Entramos en el ayuntamiento de Soutomaior por Arcade, localidad famosa por la calidad de sus ostras, donde podemos hacer un alto y degustarlas con unas gotas de limón. Tras el reposo reemprendemos el Camino, que más adelante pasa por el histórico Ponte Sampaio sobre el río Verdugo, donde se libró una batalla que supuso la retirada de los franceses durante la Guerra de la Independencia. A la altura de A Canicouva atravesaremos un evocador camino empedrado en dirección a Pontevedra y su santuario de la Virgen Peregrina, donde concluimos la etapa.
El casco histórico de Pontevedra es uno de los mejor conservados de Galicia.
Comprobaréis que Pontevedra tiene mucho que ofrecer y os animamos a callejear por su casco histórico, que presume de ser de los más hermosos y mejor conservados de Galicia. En sus mesones, tabernas y restaurantes encontraréis buenos productos de la ría y vinos de la Denominación de Origen Rías Baixas.
Etapa nº 3 Pontevedra – Caldas de Reis 21,5 Km .
Si hace buen día os recomendamos dar un paseo por las orillas del río Lérez que os conduzca a las marismas de Alba, catalogadas como Lugar de Importancia Comunitaria, o hasta la Illa das Esculturas, accesible por varios puentes y pasarelas. Aquí no sólo hallaréis obras de arte con el nexo común del granito, sino que os mezclaréis con los pontevedreses, que disfrutan de este espacio para hacer deporte, leer, pasear u organizar picnics. Los juegos acuáticos de patos, cisnes, garzas y martines pescadores os entretendrán durante el paseo.
En Caldas de Reis podemos disfrutar de sus aguas termales
Si os queda algo de tarde por delante os proponemos coger un transporte para acercaros hasta Caldas de Reis, famosa por su riqueza termal. Así podéis culminar la jornada de manera relajada en sus balnearios, disfrutando de los beneficios de las aguas mineromedicinales o recibiendo un masaje reparador.
En Caldas de Reis podemos disfrutar de sus aguas termales
Si os queda algo de tarde por delante os proponemos coger un transporte para acercaros hasta Caldas de Reis, famosa por su riqueza termal. Así podéis culminar la jornada de manera relajada en sus balnearios, disfrutando de los beneficios de las aguas mineromedicinales o recibiendo un masaje reparador.
Etapa nº 4 Caldas de Reis – Padrón 19,5 Km .
Seguimos los rastros de esta leyenda en Padrón
Al otro lado del gran puente de piedra de Pontecesures se encuentra Padrón. Aquí podéis seguir la pista de esta leyenda en la iglesia neoclásica de Santiago, en cuyo interior se conserva el “pedrón”, una antigua ara romana a la que, según se cuenta, fue amarrada la barca de piedra en la que se trajeron los restos del Apóstol Santiago. En las cercanías del Paseo do Espolón debéis buscar la fuente del Carmen para encontrar un precioso relieve de piedra de la “Traslatio”.
Al otro lado del gran puente de piedra de Pontecesures se encuentra Padrón. Aquí podéis seguir la pista de esta leyenda en la iglesia neoclásica de Santiago, en cuyo interior se conserva el “pedrón”, una antigua ara romana a la que, según se cuenta, fue amarrada la barca de piedra en la que se trajeron los restos del Apóstol Santiago. En las cercanías del Paseo do Espolón debéis buscar la fuente del Carmen para encontrar un precioso relieve de piedra de la “Traslatio”.
Etapa nº 5 Padrón – Santiago de Compostela 24,3 Km
De Padrón a Santiago de Compostela
Tras el desayuno emprendemos la última etapa del Camino Portugués entre Padrón y Santiago de Compostela.
A la salida de la villa una escultura representa a un peregrino caminando. Desde aquí se inicia un trayecto que llega prácticamente en línea recta hasta A Escravitude, donde destaca su magnífico santuario barroco de artísticas torres y escalinata. En su interior encontraréis un retablo pintado en oro con imágenes y pinturas murales.
Después de un tramo de bosque la ruta cruza la vía del ferrocarril en el lugar de Angueira de Suso y nos encaminamos hacia Rúa de Francos, adornada por un cruceiro gótico. Un desvío conduce a las ruinas del Castro Lupario, morada de la legendaria Raíña Lupa (la reina Loba), que, según la tradición jacobea, ofreció los bueyes para unir al carro que transportaría los restos del Apóstol hasta su lugar de enterramiento.
Recorremos una serie de núcleos como Osebe, Casalonga, Pedreira, cada vez más poblados, hasta llegar a O Milladoiro, población muy bien dotada de servicios, donde podemos detenernos a comer. Después de descansar emprendemos la ruta en dirección a Agro dos Monteiros, desde el que se regalan las primeras vistas sobre las torres de la Catedral de Santiago.
Llegamos a Santiago de Compostela
El viejo Camino medieval deja a un lado las ruinas del castillo arzobispal de A Rocha Vella y después llega al barrio de A Choupana, ya cerca de la capilla de Santa Marta, en plena ciudad de Santiago de Compostela. Avanzamos por la avenida Rosalía de Castro y la de Xoán Carlos I, dejando la Alameda a la izquierda. Nos adentramos en el casco histórico por Porta Faxeira, una de las siete puertas que permitían el paso a través de la muralla medieval de la ciudad, hoy desaparecida.
Cruzamos la Rúa do Franco, una de las vías más activas del casco histórico, donde se concentran numerosos restaurantes que exhiben a su entrada, en acuarios y vitrinas refrigeradas, el buen producto gallego, en particular carnes, pescados y mariscos.
Culminaremos el trayecto en la Praza do Obradoiro, en busca de la recompensa de ver la fachada de la catedral y sus torres en todo su esplendor. La luz del atardecer concederá una atmósfera especial a la foto a la que ningún peregrino renunciaría con el majestuoso templo al fondo.
Todos los caminos de Santiago
La denominación "Camino de Santiago" engloba a una serie de itinerarios. De ellos hay cuatro fundamentales. El Camino Norte y el Camino Francés entran en España por los Pirineos. El primero discurre pegado a las costas cantábricas de Francia y España y el segundo discurre un poco más al sur. Sus ramificaciones se extienden por toda Europa. Los otros dos grandes itinerarios a Santiago provienen del sur de la península y se fueron creando conforme se iban reconquistando los territorios musulmanes. Son el Camino Portugués, que como su nombre indica nace en Portugal y el Camino sur o Vía de la Plata , que utilizó una antigua calzada romana para unir el sur de la península con Santiago.
También había peregrinos que llegaban a la península por mar, bien de países ribereños con el Mediterráneo, bien de países del Atlántico Norte, dando lugar a otras vías menores.
Por otra parte, muchos peregrinos, finalizada su estancia en Santiago, se dirigían a Padrón, para venerar el lugar donde, según la tradición, predicó el Apóstol Santiago y a Finisterre, para pisar el lugar donde terminaba la tierra. Posteriormente también fueron de Finisterre a Muxía, al Santuario de la Virgen de la Barca.
A lo largo de estos caminos fueron surgiendo iglesias, monasterios, catedrales, hospitales y albergues que atendían las necesidades básicas de los peregrinos. El más representativo de estos hospitales probablemente sea el hoy Hostal de los Reyes Católicos, todo un macro-hospital en Santiago de Compostela. Así mismo, también hubo poblaciones que o bien surgieron o bien se desarrollaron de la mano del camino.
Desde el siglo IX al XIII hubo una progresión creciente de peregrinos de toda clase y condición que llegaban a Santiago. Del XIII al XV hubo un descenso, que se acentuó hasta llegar al XIX en que hubo un nuevo y progresivo resurgimiento que llega hasta nuestros días. Los peregrinos solían hacer su camino para pedir perdón por sus pecados o, en el caso de los monarcas, para solicitar la ayuda sobrenatural en sus batallas durante la reconquista.
Solían vestir una túnica corta que les permitía caminar cómodamente, una capa reforzada en la zona de los hombros por una "esclavina", un sombrero de ala ancha frecuentemente levantada por delante, un bastón para ayudar en el camino, una bolsita con sus pertenencias y una calabaza con agua para el camino.
El peregrino solía tener una despedida ceremonial en su pueblo, se iba juntando con otros peregrinos a lo largo del camino para ayudarse mutuamente. Al llegar a Lavacolla se lavaba en el río para purificarse antes de entrar en Santiago, cuya catedral divisaba al alcanzar el Monte do Gozo. La culminación del viaje era la visita a la tumba del apóstol, en la catedral.
El Papa Calixto II concedió el privilegio de "Año Santo Compostelano" o "Jacobeo" a los años en que la fiesta de Santiago Apóstol (25 de julio) coincide en domingo, lo cual sucede en ciclos de 6, 11, 6 y 5 años y otorga el perdón de todos los pecados a los peregrinos. Este privilegio fue ratificado en 1179 por Alejandro III en su bula "Regis Aeterni". En 1987 el Consejo de Europa lo declaró "Primer Itinerario Cultural Europeo". Los próximos años compostelanos serán en 05012014 y 2021.
El Jubileo y la Compostelana
Para ganar el jubileo no hace falta hacer el camino, es suficiente visitar la Catedral , rezar alguna oración y confesarse y comulgar entre los 15 días anteriores y los 15 días posteriores a la visita.
La Compostelana es la acreditación oficial que concede la catedral a quienes realizan el camino por motivos religiosos. Se ha de recorrer el camino a pie, en caballo o bicicleta (al menos 100 km .) y acreditarlo mediante la credencial del peregrino, en la que se irán poniendo los sellos de los albergues, parroquias, etc de los pueblos del camino. Esta credencial se puede obtener en la oficina de información al peregrino, el albergue o el lugar destinado al efecto en la localidad donde comiences el camino o sustituirla por un diario de ruta con las firmas y sellos de las etapas.
El Camino Portugués
Es otra de las grandes rutas a Santiago. Era utilizado por los peregrinos portugueses. Entra en Galicia por Tui y continúa por O Porriño, Redondela, Pontevedra, Caldas de Reis, Padrón y Santiago.
En su paso por Galicia, hay que destacar los siguientes puntos: La Sierra de Labruja que da paso a las fortificadas Valença do Minho y Tuy, que fue capital de una de las siete provincias gallegas y sede episcopal, conservando un compacto conjunto histórico de pétreos edificios y civiles en torno a la catedral. Porriño y Mos, en el industrioso valle de A Louriña donde aún quedan a modo de oasis de la naturaleza las Gándaras de Budiño. Éstas conducen a la Redondela , presidido por los viaductos del ferrocarril y lugar donde se juntaban los peregrinos que desembarcaban en Bayona y Vigo. Bordeando lo hermosa ría de Vigo con el inolvidable panorama de las bateas mejilloneras, la isla de San Simón, el moderno puente de Rande y el pueblo de Arcade, conocido por sus ostras, se atraviesa el Verdugo en Ponte Sampaio. Aquí acaeció la derrota francesa en la guerra contra Napoleón que supuso la temprana liberación de Galicia.
Pontevedra, la antigua Ad Duos Ponte romana, es, tras Compostela, el conjunto monumental mejor conservado de Galicia con sus pinzas de A Leña, las dedicada al mítico fundador Teucro o la Ferrería , los conventos mendicantes de San Francisco, Santo Domingo y Santa Clara, el completo museo, los abundantes palacios y los templos de San Bartolomé, Santa María y la Peregrina.
Tras la estación balnearia de Caldas se salva el Ulla en Pontecesures, y se arriba a Padrón. Esta villa rosaliana (nació en ella Rosalía de Castro) también lo es jacobea por conservar numerosos recuerdos de la supuesta predicación del hijo del Zebedeo (Santiaguiño do Monte, con romería el 25 de julio) y de la traslación, que se completan con la visita a Iria, la antigua población romana que fue sede obispal antes que Santiago. Cerca, los restos del Castro Lupario y la vía romana de Iria Flavia a Aseconia dan visos de verosimilitud a la leyenda. El barrio compostelano del milagroso santuario de A Escravitude y A Rocha aproximan al ansiado final.
El Jubileo y la Compostelana
Para ganar el jubileo no hace falta hacer el camino, es suficiente visitar la Catedral , rezar alguna oración y confesarse y comulgar entre los 15 días anteriores y los 15 días posteriores a la visita.
La Compostelana es la acreditación oficial que concede la catedral a quienes realizan el camino por motivos religiosos. Se ha de recorrer el camino a pie, en caballo o bicicleta (al menos 100 km .) y acreditarlo mediante la credencial del peregrino, en la que se irán poniendo los sellos de los albergues, parroquias, etc de los pueblos del camino. Esta credencial se puede obtener en la oficina de información al peregrino, el albergue o el lugar destinado al efecto en la localidad donde comiences el camino o sustituirla por un diario de ruta con las firmas y sellos de las etapas.
El Camino Portugués
Es otra de las grandes rutas a Santiago. Era utilizado por los peregrinos portugueses. Entra en Galicia por Tui y continúa por O Porriño, Redondela, Pontevedra, Caldas de Reis, Padrón y Santiago.
En su paso por Galicia, hay que destacar los siguientes puntos: La Sierra de Labruja que da paso a las fortificadas Valença do Minho y Tuy, que fue capital de una de las siete provincias gallegas y sede episcopal, conservando un compacto conjunto histórico de pétreos edificios y civiles en torno a la catedral. Porriño y Mos, en el industrioso valle de A Louriña donde aún quedan a modo de oasis de la naturaleza las Gándaras de Budiño. Éstas conducen a la Redondela , presidido por los viaductos del ferrocarril y lugar donde se juntaban los peregrinos que desembarcaban en Bayona y Vigo. Bordeando lo hermosa ría de Vigo con el inolvidable panorama de las bateas mejilloneras, la isla de San Simón, el moderno puente de Rande y el pueblo de Arcade, conocido por sus ostras, se atraviesa el Verdugo en Ponte Sampaio. Aquí acaeció la derrota francesa en la guerra contra Napoleón que supuso la temprana liberación de Galicia.
Pontevedra, la antigua Ad Duos Ponte romana, es, tras Compostela, el conjunto monumental mejor conservado de Galicia con sus pinzas de A Leña, las dedicada al mítico fundador Teucro o la Ferrería , los conventos mendicantes de San Francisco, Santo Domingo y Santa Clara, el completo museo, los abundantes palacios y los templos de San Bartolomé, Santa María y la Peregrina.
Tras la estación balnearia de Caldas se salva el Ulla en Pontecesures, y se arriba a Padrón. Esta villa rosaliana (nació en ella Rosalía de Castro) también lo es jacobea por conservar numerosos recuerdos de la supuesta predicación del hijo del Zebedeo (Santiaguiño do Monte, con romería el 25 de julio) y de la traslación, que se completan con la visita a Iria, la antigua población romana que fue sede obispal antes que Santiago. Cerca, los restos del Castro Lupario y la vía romana de Iria Flavia a Aseconia dan visos de verosimilitud a la leyenda. El barrio compostelano del milagroso santuario de A Escravitude y A Rocha aproximan al ansiado final.
Tras el desayuno emprendemos la última etapa del Camino Portugués entre Padrón y Santiago de Compostela.
A la salida de la villa una escultura representa a un peregrino caminando. Desde aquí se inicia un trayecto que llega prácticamente en línea recta hasta A Escravitude, donde destaca su magnífico santuario barroco de artísticas torres y escalinata. En su interior encontraréis un retablo pintado en oro con imágenes y pinturas murales.
Después de un tramo de bosque la ruta cruza la vía del ferrocarril en el lugar de Angueira de Suso y nos encaminamos hacia Rúa de Francos, adornada por un cruceiro gótico. Un desvío conduce a las ruinas del Castro Lupario, morada de la legendaria Raíña Lupa (la reina Loba), que, según la tradición jacobea, ofreció los bueyes para unir al carro que transportaría los restos del Apóstol hasta su lugar de enterramiento.
Recorremos una serie de núcleos como Osebe, Casalonga, Pedreira, cada vez más poblados, hasta llegar a O Milladoiro, población muy bien dotada de servicios, donde podemos detenernos a comer. Después de descansar emprendemos la ruta en dirección a Agro dos Monteiros, desde el que se regalan las primeras vistas sobre las torres de la Catedral de Santiago.
Llegamos a Santiago de Compostela
El viejo Camino medieval deja a un lado las ruinas del castillo arzobispal de A Rocha Vella y después llega al barrio de A Choupana, ya cerca de la capilla de Santa Marta, en plena ciudad de Santiago de Compostela. Avanzamos por la avenida Rosalía de Castro y la de Xoán Carlos I, dejando la Alameda a la izquierda. Nos adentramos en el casco histórico por Porta Faxeira, una de las siete puertas que permitían el paso a través de la muralla medieval de la ciudad, hoy desaparecida.
Cruzamos la Rúa do Franco, una de las vías más activas del casco histórico, donde se concentran numerosos restaurantes que exhiben a su entrada, en acuarios y vitrinas refrigeradas, el buen producto gallego, en particular carnes, pescados y mariscos.
Culminaremos el trayecto en la Praza do Obradoiro, en busca de la recompensa de ver la fachada de la catedral y sus torres en todo su esplendor. La luz del atardecer concederá una atmósfera especial a la foto a la que ningún peregrino renunciaría con el majestuoso templo al fondo.
Todos los caminos de Santiago
La denominación "Camino de Santiago" engloba a una serie de itinerarios. De ellos hay cuatro fundamentales. El Camino Norte y el Camino Francés entran en España por los Pirineos. El primero discurre pegado a las costas cantábricas de Francia y España y el segundo discurre un poco más al sur. Sus ramificaciones se extienden por toda Europa. Los otros dos grandes itinerarios a Santiago provienen del sur de la península y se fueron creando conforme se iban reconquistando los territorios musulmanes. Son el Camino Portugués, que como su nombre indica nace en Portugal y el Camino sur o Vía de la Plata , que utilizó una antigua calzada romana para unir el sur de la península con Santiago.
También había peregrinos que llegaban a la península por mar, bien de países ribereños con el Mediterráneo, bien de países del Atlántico Norte, dando lugar a otras vías menores.
Por otra parte, muchos peregrinos, finalizada su estancia en Santiago, se dirigían a Padrón, para venerar el lugar donde, según la tradición, predicó el Apóstol Santiago y a Finisterre, para pisar el lugar donde terminaba la tierra. Posteriormente también fueron de Finisterre a Muxía, al Santuario de la Virgen de la Barca.
A lo largo de estos caminos fueron surgiendo iglesias, monasterios, catedrales, hospitales y albergues que atendían las necesidades básicas de los peregrinos. El más representativo de estos hospitales probablemente sea el hoy Hostal de los Reyes Católicos, todo un macro-hospital en Santiago de Compostela. Así mismo, también hubo poblaciones que o bien surgieron o bien se desarrollaron de la mano del camino.
Desde el siglo IX al XIII hubo una progresión creciente de peregrinos de toda clase y condición que llegaban a Santiago. Del XIII al XV hubo un descenso, que se acentuó hasta llegar al XIX en que hubo un nuevo y progresivo resurgimiento que llega hasta nuestros días. Los peregrinos solían hacer su camino para pedir perdón por sus pecados o, en el caso de los monarcas, para solicitar la ayuda sobrenatural en sus batallas durante la reconquista.
Solían vestir una túnica corta que les permitía caminar cómodamente, una capa reforzada en la zona de los hombros por una "esclavina", un sombrero de ala ancha frecuentemente levantada por delante, un bastón para ayudar en el camino, una bolsita con sus pertenencias y una calabaza con agua para el camino.
El peregrino solía tener una despedida ceremonial en su pueblo, se iba juntando con otros peregrinos a lo largo del camino para ayudarse mutuamente. Al llegar a Lavacolla se lavaba en el río para purificarse antes de entrar en Santiago, cuya catedral divisaba al alcanzar el Monte do Gozo. La culminación del viaje era la visita a la tumba del apóstol, en la catedral.
El Papa Calixto II concedió el privilegio de "Año Santo Compostelano" o "Jacobeo" a los años en que la fiesta de Santiago Apóstol (25 de julio) coincide en domingo, lo cual sucede en ciclos de 6, 11, 6 y 5 años y otorga el perdón de todos los pecados a los peregrinos. Este privilegio fue ratificado en 1179 por Alejandro III en su bula "Regis Aeterni". En 1987 el Consejo de Europa lo declaró "Primer Itinerario Cultural Europeo". Los próximos años compostelanos serán en 05012014 y 2021.
El Jubileo y la Compostelana
Para ganar el jubileo no hace falta hacer el camino, es suficiente visitar la Catedral , rezar alguna oración y confesarse y comulgar entre los 15 días anteriores y los 15 días posteriores a la visita.
La Compostelana es la acreditación oficial que concede la catedral a quienes realizan el camino por motivos religiosos. Se ha de recorrer el camino a pie, en caballo o bicicleta (al menos 100 km .) y acreditarlo mediante la credencial del peregrino, en la que se irán poniendo los sellos de los albergues, parroquias, etc de los pueblos del camino. Esta credencial se puede obtener en la oficina de información al peregrino, el albergue o el lugar destinado al efecto en la localidad donde comiences el camino o sustituirla por un diario de ruta con las firmas y sellos de las etapas.
El Camino Portugués
Es otra de las grandes rutas a Santiago. Era utilizado por los peregrinos portugueses. Entra en Galicia por Tui y continúa por O Porriño, Redondela, Pontevedra, Caldas de Reis, Padrón y Santiago.
En su paso por Galicia, hay que destacar los siguientes puntos: La Sierra de Labruja que da paso a las fortificadas Valença do Minho y Tuy, que fue capital de una de las siete provincias gallegas y sede episcopal, conservando un compacto conjunto histórico de pétreos edificios y civiles en torno a la catedral. Porriño y Mos, en el industrioso valle de A Louriña donde aún quedan a modo de oasis de la naturaleza las Gándaras de Budiño. Éstas conducen a la Redondela , presidido por los viaductos del ferrocarril y lugar donde se juntaban los peregrinos que desembarcaban en Bayona y Vigo. Bordeando lo hermosa ría de Vigo con el inolvidable panorama de las bateas mejilloneras, la isla de San Simón, el moderno puente de Rande y el pueblo de Arcade, conocido por sus ostras, se atraviesa el Verdugo en Ponte Sampaio. Aquí acaeció la derrota francesa en la guerra contra Napoleón que supuso la temprana liberación de Galicia.
Pontevedra, la antigua Ad Duos Ponte romana, es, tras Compostela, el conjunto monumental mejor conservado de Galicia con sus pinzas de A Leña, las dedicada al mítico fundador Teucro o la Ferrería , los conventos mendicantes de San Francisco, Santo Domingo y Santa Clara, el completo museo, los abundantes palacios y los templos de San Bartolomé, Santa María y la Peregrina.
Tras la estación balnearia de Caldas se salva el Ulla en Pontecesures, y se arriba a Padrón. Esta villa rosaliana (nació en ella Rosalía de Castro) también lo es jacobea por conservar numerosos recuerdos de la supuesta predicación del hijo del Zebedeo (Santiaguiño do Monte, con romería el 25 de julio) y de la traslación, que se completan con la visita a Iria, la antigua población romana que fue sede obispal antes que Santiago. Cerca, los restos del Castro Lupario y la vía romana de Iria Flavia a Aseconia dan visos de verosimilitud a la leyenda. El barrio compostelano del milagroso santuario de A Escravitude y A Rocha aproximan al ansiado final.
El Jubileo y la Compostelana
Para ganar el jubileo no hace falta hacer el camino, es suficiente visitar la Catedral , rezar alguna oración y confesarse y comulgar entre los 15 días anteriores y los 15 días posteriores a la visita.
La Compostelana es la acreditación oficial que concede la catedral a quienes realizan el camino por motivos religiosos. Se ha de recorrer el camino a pie, en caballo o bicicleta (al menos 100 km .) y acreditarlo mediante la credencial del peregrino, en la que se irán poniendo los sellos de los albergues, parroquias, etc de los pueblos del camino. Esta credencial se puede obtener en la oficina de información al peregrino, el albergue o el lugar destinado al efecto en la localidad donde comiences el camino o sustituirla por un diario de ruta con las firmas y sellos de las etapas.
El Camino Portugués
Es otra de las grandes rutas a Santiago. Era utilizado por los peregrinos portugueses. Entra en Galicia por Tui y continúa por O Porriño, Redondela, Pontevedra, Caldas de Reis, Padrón y Santiago.
En su paso por Galicia, hay que destacar los siguientes puntos: La Sierra de Labruja que da paso a las fortificadas Valença do Minho y Tuy, que fue capital de una de las siete provincias gallegas y sede episcopal, conservando un compacto conjunto histórico de pétreos edificios y civiles en torno a la catedral. Porriño y Mos, en el industrioso valle de A Louriña donde aún quedan a modo de oasis de la naturaleza las Gándaras de Budiño. Éstas conducen a la Redondela , presidido por los viaductos del ferrocarril y lugar donde se juntaban los peregrinos que desembarcaban en Bayona y Vigo. Bordeando lo hermosa ría de Vigo con el inolvidable panorama de las bateas mejilloneras, la isla de San Simón, el moderno puente de Rande y el pueblo de Arcade, conocido por sus ostras, se atraviesa el Verdugo en Ponte Sampaio. Aquí acaeció la derrota francesa en la guerra contra Napoleón que supuso la temprana liberación de Galicia.
Pontevedra, la antigua Ad Duos Ponte romana, es, tras Compostela, el conjunto monumental mejor conservado de Galicia con sus pinzas de A Leña, las dedicada al mítico fundador Teucro o la Ferrería , los conventos mendicantes de San Francisco, Santo Domingo y Santa Clara, el completo museo, los abundantes palacios y los templos de San Bartolomé, Santa María y la Peregrina.
Tras la estación balnearia de Caldas se salva el Ulla en Pontecesures, y se arriba a Padrón. Esta villa rosaliana (nació en ella Rosalía de Castro) también lo es jacobea por conservar numerosos recuerdos de la supuesta predicación del hijo del Zebedeo (Santiaguiño do Monte, con romería el 25 de julio) y de la traslación, que se completan con la visita a Iria, la antigua población romana que fue sede obispal antes que Santiago. Cerca, los restos del Castro Lupario y la vía romana de Iria Flavia a Aseconia dan visos de verosimilitud a la leyenda. El barrio compostelano del milagroso santuario de A Escravitude y A Rocha aproximan al ansiado final.